Si eres un amante del vino y estás buscando una forma práctica de organizar tus botellas en casa, crear un estante para vinos puede ser la solución perfecta.
No hace falta ser un experto en carpintería ni gastar una fortuna; con un poco de planificación y los materiales adecuados, puedes tener un espacio funcional y atractivo para tus botellas.
En este artículo te guiaremos paso a paso para que consigas una balda que se adapte a tus necesidades y a tu presupuesto.
Sabemos que no todos tienen el mismo espacio disponible o la misma cantidad de botellas que guardar. Aquí encontrarás ideas prácticas para que tus vinos estén bien almacenados y a mano. Vamos a ello.
Materiales que necesitarás para tu estante
Lo primero es decidir qué materiales vas a usar, porque de ello depende la resistencia y el estilo del estante. Si buscas algo económico y sencillo, la madera de pino es una gran opción: es fácil de trabajar y la encuentras en cualquier ferretería por unos 10-15 euros el tablón.
- Necesitarás tablas de al menos 2 cm de grosor para que soporten el peso (una botella estándar pesa unos 1,2 kg).
- Además, hazte con tornillos de madera (de 4-5 cm), un taladro, una sierra (manual o eléctrica si tienes)
- Lija para suavizar los bordes.
Si quieres que el estante sea más estable, añade soportes metálicos en L, que cuestan menos de 2 euros cada uno. Un bote de barniz o pintura al agua (unos 8 euros) te servirá para proteger la madera y darle un toque personal. Antes de empezar, mide el espacio donde irá el estante: alto, ancho y fondo, porque las botellas necesitan unos 30 cm de profundidad.
Paso a paso para construir la balda
- Corta las tablas a medida: Marca con un lápiz las dimensiones que has decidido. Por ejemplo, para un estante de 5 botellas en horizontal, corta una base de 80 cm de largo x 30 cm de fondo y dos laterales de 30 cm x 20 cm. Usa la sierra y revisa que los cortes sean rectos.
- Lija bien las piezas: Evita astillas pasando la lija por todas las superficies. Esto es clave si vas a manipular el estante con frecuencia.
- Monta la estructura: Une la base y los laterales con tornillos. Coloca dos por cada lado y, si notas que tambalea, refuerza con los soportes en L en las esquinas interiores.
- Añade separadores: Para que las botellas no rueden, corta pequeños listones de 5 cm de alto y fíjalos a la base cada 10-12 cm. Esto crea “huecos” individuales.
- Aplica el acabado: Pinta o barniza con una brocha. Deja secar 24 horas en un sitio ventilado antes de usarlo.
Si no tienes herramientas o prefieres algo más rápido, considera comprar un kit de estantería modular en tiendas como IKEA (modelo IVAR, por ejemplo) y adaptarlo con separadores.
Dónde colocarla y cómo cuidar tus vinos
El lugar donde pongas la balda es tan importante como su construcción. Busca un rincón fresco (entre 12 y 18 ºC), sin luz directa del sol y lejos de fuentes de calor como radiadores o la cocina. En España, los veranos pueden ser duros, así que si no tienes bodega, un armario interior o un sótano son ideales. Asegúrate de que haya ventilación para evitar humedad, que puede dañar las etiquetas.
Coloca las botellas en horizontal para que el corcho esté siempre húmedo y no se reseque; esto es especialmente importante si tienes vinos de guarda como un Rioja o un Ribera del Duero. Si la balda está en una pared, usa un nivel para que quede recto y evita que las botellas se deslicen. Revisa cada pocos meses que la madera no tenga grietas por el peso o la temperatura.
Conclusión
Crear un estante para vinos no tiene por qué ser complicado ni caro, y con estos pasos tienes todo lo necesario para empezar. Ya sea que optes por hacerlo desde cero o personalizar algo ya hecho, lo importante es que tus botellas estén seguras y bien conservadas. Ahora solo te queda disfrutarlo: organiza tus vinos favoritos, invita a unos amigos y saca el máximo partido a ese rincón que has transformado con tus manos.