Cuáles son los mejores vinos para acompañar la paella

Si hay un plato que representa la cocina española en todo el mundo, ese es la paella. Ya sea valenciana, de marisco, mixta o incluso de verduras, cada versión tiene sus propias particularidades y, por tanto, también su vino ideal. Elegir el vino correcto no solo mejora la experiencia gastronómica, sino que resalta los sabores del arroz y de los ingredientes principales.

En este artículo vamos a explicarte qué vinos combinan mejor con cada tipo de paella, con recomendaciones específicas de denominaciones de origen y variedades de uva que puedes encontrar fácilmente en el mercado español. Nada de consejos genéricos: aquí vas a salir sabiendo qué botella abrir según la paella que tengas delante.

Vino blanco para paellas de marisco: frescura y acidez

Las paellas de marisco requieren vinos blancos con buena acidez, que limpien el paladar y respeten los sabores del mar. Olvídate de los blancos dulzones o con mucho cuerpo. Aquí lo que funciona son los vinos frescos, con notas cítricas o minerales.

Recomendaciones concretas:

  • Albariño (D.O. Rías Baixas): Su frescura y ligero toque salino van perfectos con gambas, calamares y mejillones. Busca etiquetas como Pazo de Señorans o Martín Códax.
  • Verdejo joven (D.O. Rueda): Ideal si buscas una opción más asequible. Recomendamos Marqués de Riscal Verdejo o José Pariente.
  • Godello (D.O. Valdeorras): Más estructurado que un albariño, pero sigue siendo fresco. Buen equilibrio para paellas con langostinos o cigalas.

👉 Sirve el vino a unos 8ºC para que no se perciban notas alcohólicas que puedan tapar el sabor del marisco.

Vino tinto ligero para paellas mixtas o de carne: equilibrio sin dominar

En las paellas mixtas o con conejo, pollo e incluso costilla, es común pensar en vinos tintos. Pero cuidado: los tintos demasiado potentes pueden tapar los matices del arroz. Lo ideal es elegir tintos jóvenes o con poca crianza, con cuerpo medio y taninos suaves.

Recomendaciones concretas:

  • Garnacha joven (D.O. Campo de Borja o D.O. Calatayud): Fruta roja, frescura y bajo contenido tánico. Ejemplo: Borsao Garnacha Selección.
  • Tempranillo joven (D.O. Rioja o D.O. Ribera del Duero): Un Rioja joven como el de Cune o un Roble de Ribera como Protos Roble funcionan muy bien.
  • Mencía (D.O. Bierzo): Ideal para los que quieren un tinto con un toque diferente, más floral y menos agresivo.

👉 Evita los tintos con mucha barrica o muy alcohólicos. Busca botellas entre los 12,5% y 13,5% de alcohol.

Vinos rosados: el comodín versátil

Si tienes dudas, un rosado puede ser la solución perfecta. Especialmente útil en comidas al aire libre o con paellas mixtas, el rosado ofrece frescura, fruta y una textura que combina con muchos ingredientes.

Recomendaciones concretas:

  • Rosado de Navarra: Famosos por su equilibrio entre acidez y cuerpo. Prueba Chivite Gran Feudo o Inurrieta Mediodía.
  • Clarete de Cigales: Más ligeros, ideales si la paella tiene más vegetales. Prueba Concejo Bodegas o Museum Rosé.
  • Rosado de la D.O. Utiel-Requena: Muy bien adaptado a la paella valenciana tradicional.

👉 Servir el rosado bien frío (6-8ºC) y usar copas de vino blanco para destacar su frescura.

¿Y si la paella es de verduras o es vegana?

Las paellas de verduras (alcachofas, pimiento, judía verde, espárragos) son más delicadas, por lo que se agradecen vinos con buena acidez y aromas vegetales o florales.

Recomendaciones concretas:

  • Chardonnay sin barrica (D.O. Navarra o D.O. Somontano): Aromático pero ligero.
  • Txakoli (D.O. Getariako Txakolina): Con su toque de aguja y acidez, es una opción muy refrescante.
  • Rosado suave: Para los que prefieren algo intermedio.

Si la paella lleva alcachofa o espárragos, evita los vinos tintos, ya que pueden resultar amargos en el paladar.

Conclusión: elige el vino según el tipo de paella, no al revés

No hay un vino universal para la paella. Lo importante es adaptarse al tipo de ingredientes que la componen. Los vinos blancos frescos son la mejor opción para mariscos, los tintos ligeros para carnes, y los rosados ofrecen un punto intermedio muy práctico. También conviene prestar atención a la temperatura de servicio y al grado alcohólico para no saturar el paladar.

Si eliges el vino adecuado, disfrutarás de la paella aún más. Recuerda: el vino no está para impresionar, sino para acompañar y mejorar la experiencia del plato. Y en eso, España tiene mucho donde elegir.