Cuáles son los mejores vinos para cocinar

Seleccionar el vino adecuado para cocinar es esencial para realzar el sabor de nuestros platos. No se trata solo de añadir un líquido cualquiera, sino de incorporar un ingrediente que aporte profundidad y complejidad a nuestras recetas. A continuación, te ofrecemos consejos prácticos y específicos para elegir los mejores vinos en la cocina.

Vinos blancos para cocinar

Para platos como una merluza en salsa verde o un arroz con mariscos, los vinos blancos secos son tus aliados. Busca un Verdejo de Rueda o un Albariño de Rías Baixas, dos opciones españolas accesibles y con personalidad.

El Verdejo aporta frescura y un toque cítrico que va genial con pescados blancos, mientras que el Albariño, con su acidez y notas salinas, realza mariscos como gambas o mejillones. Usa unos 200 ml por cada medio kilo de pescado y deja que reduzca a fuego lento para concentrar los sabores.

Evita los blancos dulces o con mucho roble, como algunos Chardonnays envejecidos, porque pueden endulzar demasiado el plato o dejar un regusto amaderado que no encaja.

Si no tienes estas denominaciones a mano, un Rueda básico de supermercado (asegúrate de que sea seco) también funciona bien y suele costar entre 3 y 5 euros.

  • Vinos blancos secos: Ideales para salsas ligeras, pescados y mariscos. Su acidez realza los sabores sin dominar el plato. Ejemplos: un Verdejo de Rueda o un Albariño de Rías Baixas.
  • Vinos generosos secos: El Fino y la Manzanilla, típicos de Jerez y Sanlúcar de Barrameda, aportan notas salinas y de frutos secos, perfectas para sopas y guisos de pescado.

Vinos tintos para cocinar

Cuando cocinas un estofado de ternera o unas carrilleras al vino tinto, necesitas un vino que aporte cuerpo sin abrumar. Un Tempranillo joven de La Rioja o un Garnacha de Aragón son excelentes opciones. El Tempranillo tiene taninos suaves y notas de fruta roja que se integran bien en guisos largos, mientras que la Garnacha suma un punto especiado que combina con hierbas como el romero o el tomillo.

Usa unos 250 ml por kilo de carne y cocínalo a fuego bajo para que el alcohol se evapore y quede solo el sabor.

No caigas en la tentación de usar un tinto viejo o un Crianza caro; el paso por barrica y los matices complejos se pierden al cocinar. Si buscas algo económico, un tinto joven de Castilla-La Mancha (mira que sea 100% Tempranillo o Garnacha) por menos de 4 euros es más que suficiente.

  • Tintos jóvenes y afrutados: Recomendados para platos como estofados o guisos de carne. Su frescura y notas frutales complementan carnes rojas y platos de caza. Ejemplos: un Tempranillo joven de La Rioja o un Garnacha de Aragón.
  • Tintos con crianza: Adecuados para recetas que requieren una cocción prolongada, como ragús o platos de caza mayor. Sus taninos y complejidad aportan profundidad al plato. Ejemplos: un Crianza de Ribera del Duero o un Reserva de Priorat.

Vinos especiales para cocinar

Los vinos generosos, típicos de Andalucía, son un as en la manga para recetas específicas. Un Jerez seco (Fino o Manzanilla) es perfecto para sopas como la de cebolla o para desglasar una sartén tras saltear pollo; añade 100 ml y deja que reduzca para un sabor intenso y ligeramente salino. Por otro lado, un Pedro Ximénez (PX), dulce y viscoso, es ideal para postres como un bizcocho borracho o para reducir y hacer una salsa de acompañamiento para carnes como el solomillo: con 50 ml bastará para dar ese toque caramelizado.

Ojo, estos vinos son potentes, así que úsalos con moderación. Si no estás seguro de la cantidad, empieza con menos y ajusta.

  • Vinos generosos dulces: El Pedro Ximénez es perfecto para salsas que acompañan postres o platos agridulces, aportando notas de pasas y caramelo.
  • Cava: Aunque menos común, el cava puede utilizarse en platos que requieran un toque de acidez y burbujeante, como mariscos o aves.

Consejos adicionales

  • Calidad del vino: No es necesario usar vinos caros, pero sí de buena calidad. Un vino defectuoso transmitirá esos defectos al plato.
  • Maridaje coherente: Si el plato se acompaña con vino, es recomendable que el vino de cocción sea del mismo tipo para mantener la armonía de sabores.

Elegir el vino adecuado para cocinar es fundamental para el éxito de nuestras recetas. Con estos consejos específicos, podrás realzar tus platos y sorprender a tus comensales con sabores equilibrados y deliciosos.