A la hora de maridar vinos con platos como pastas o pizzas, muchos consumidores en España buscan recomendaciones claras y directas. No se trata solo de elegir un vino tinto o blanco: el tipo de salsa, los ingredientes y el estilo de la receta influyen en qué vino encaja mejor.
Este artículo está pensado para quienes disfrutan de la cocina italiana en casa o en restaurantes, y quieren saber qué vino comprar para acompañar una pasta o una pizza sin complicarse.
Hemos seleccionado 5 vinos ideales para pastas y pizzas, todos accesibles en tiendas o supermercados españoles, con explicaciones concretas sobre por qué combinan bien y en qué situaciones se recomienda cada uno.
1. Tempranillo joven para pizzas clásicas de tomate y queso
Si estás preparando una pizza margarita, una napolitana o cualquier variante con base de salsa de tomate, mozzarella y albahaca, un vino tinto joven de uva tempranillo (como un Rioja joven o un Ribera del Duero sin crianza) es una opción acertada.
Por qué funciona:
El tempranillo joven tiene taninos suaves y una acidez moderada, lo que le permite equilibrar la acidez del tomate sin ocultar el sabor del queso. No es un vino complejo ni con mucha madera, así que no “aplastará” los sabores sencillos de la pizza.
Consejo práctico:
Busca botellas con indicación de “joven” o “roble” (con muy poca barrica). En supermercados como Mercadona, Lidl o Carrefour suelen encontrarse buenas opciones por debajo de los 6 €.
2. Chianti o Sangiovese para pastas con salsa boloñesa o ragú
Las pastas con carne, como una lasaña, unos espaguetis a la boloñesa o una pasta con ragú de ternera, necesitan un vino que pueda aguantar el peso del plato. Aquí, un Chianti DOCG o un vino de uva Sangiovese (también disponible en algunas zonas de Cataluña y Baleares) es ideal.
Por qué funciona:
La sangiovese tiene buena acidez y notas de cereza, tomate seco y hierbas, que se integran de forma excelente con las salsas de carne y tomate. Además, su estructura media permite disfrutarlo sin necesidad de decantar ni esperar.
Consejo práctico:
Compra Chianti de zonas como Rufina o Classico si quieres un extra de calidad. En tiendas online especializadas puedes encontrar buenas referencias entre 8 y 12 €.
3. Garnacha tinta para pizzas con embutidos o carnes intensas
Las pizzas con ingredientes fuertes como pepperoni, chorizo picante, jamón ibérico o carne de cerdo adobada requieren un vino que se imponga un poco. Una Garnacha tinta, especialmente de zonas como Calatayud o Campo de Borja, cumple muy bien con este papel.
Por qué funciona:
La garnacha ofrece fruta roja madura, especias suaves y, en versiones sin mucha crianza, una estructura que va genial con los sabores potentes de estas pizzas. Aporta frescura sin dejarse vencer por la grasa o el picante.
Consejo práctico:
No hace falta gastar mucho. Garnachas de Borsao, Ateca o Breca suelen estar bien puntuadas y rondan los 7-10 € en supermercados o tiendas online.
4. Verdejo para pastas con salsas ligeras, mariscos o vegetales
Si hablamos de pastas con mariscos, pasta al pesto, o platos con verduras a la plancha o salsas con base de aceite de oliva, el mejor aliado es un vino blanco seco y aromático. En este caso, un Verdejo de Rueda fresco y sin madera va de maravilla.
Por qué funciona:
El verdejo tiene una acidez vibrante y notas cítricas y herbales que acompañan bien los sabores delicados y frescos de estos platos. Además, ayuda a limpiar el paladar si hay aceite o ajo.
Consejo práctico:
Evita los verdejos con crianza o muy alcohólicos. Busca etiquetas con vendimia reciente (2023 en adelante) y marcas reconocidas como José Pariente, Protos o Marqués de Riscal.
5. Lambrusco seco para pizzas con quesos potentes o cuatro quesos
Aunque el Lambrusco tiene mala fama por las versiones dulzonas de los años 90, un Lambrusco seco y auténtico es una joya cuando se trata de pizzas con varios quesos, gorgonzola, roquefort o similares.
Por qué funciona:
El ligero gas carbónico del Lambrusco y su frescura limpian la boca del exceso de grasa y sal de los quesos curados. Aporta un contraste refrescante que realza el sabor de la pizza sin empalagar.
Consejo práctico:
Asegúrate de que sea “secco” o “dry” (en español, seco). Algunos importadores como Vila Viniteca o tiendas especializadas en vinos italianos tienen opciones auténticas por 9-14 €.
Conclusión: el vino correcto depende del plato concreto
No todos los vinos tintos combinan con cualquier pasta ni todas las pizzas van bien con un rosado. El éxito está en adaptar el vino al tipo de salsa, ingredientes y estilo del plato italiano. Con esta guía de 5 vinos concretos, fácilmente accesibles en España, puedes tomar mejores decisiones y disfrutar más cada comida.
Y si tienes dudas sobre qué vino elegir, recuerda esto: si el plato es intenso, opta por un vino estructurado (como un Chianti o una Garnacha); si es más ligero o vegetal, busca frescura y acidez (como un Verdejo o un Lambrusco seco).